La historia de Randemar Restaurante comienza con un joven Toni Oliver, nacido y criado en Sóller, quien desde temprana edad trabaja en el hotel de su padre. Mientras crecía, acostumbraba a ir a echar una mano cada verano al Restaurante La Lonja en el Puerto de Sóller, propiedad de su familia y frecuentado por el emérito Rey Juan Carlos, entre otros famosos clientes. Estos años de experiencia impulsaron a Toni a emprender su propio negocio con tan solo 19 años, edad en la que convertía una casa mallorquina adquirida por su padre en Randemar Restaurante.